Fotografía inmobiliaria, los 5 trucos para que tus fotos ayuden en la venta

Si estamos pensando en poner a la venta nuestro piso o alquilarlo a través de un portal inmobiliario de Internet, debemos cuidar cada fotografía que subamos a la red. Serán el escaparate para atraer posibles compradores. Si estas no reflejan convenientemente la vivienda, nadie se parará el tiempo suficiente para informarse sobre sus características. Tampoco habrá quien decida visitarla.

Prestaremos atención a estos trucos, propios de la mejor inmobiliaria, a la hora de tomar imágenes de nuestra casa. Son tan sencillos como prácticos. Los resumimos en cinco puntos considerados clave.

1. Ordenar en el piso antes de ponerlo a la venta

Debemos asegurarnos de que todo esté limpio y ordenado, verdaderamente impoluto. Comenzaremos por una puesta a punto general. Es el paso previo e imprescindible a la sesión fotográfica que planeamos. Nuestro objetivo es hacer de nuestro hogar el escenario ideal para las instantáneas que vamos a tomar. Nada puede fallar.

No podemos permitirnos que haya ropa sin recoger, juguetes de los niños tirados por el suelo o un cuadro torcido colgado en mitad del salón. Darían una mala impresión y perderíamos compradores potenciales en un solo golpe de vista. Estamos a tiempo de evitarlo.

Repasaremos habitación a habitación para que no haya ni rastro de suciedad ni de ningún objeto que pueda hallarse fuera de lugar. Si es necesario, daremos antes una mano de pintura a las paredes. El blanco es el color más aconsejable de todos, porque nos ayudará a dotar a cada espacio de mayor amplitud e iluminación.

2. Simular que es un hogar habitado; ello estimulará su compra

Debemos recrear la ilusión de que estamos ante un hogar habitado, en el que las fotos se han tomado en medio de su cotidianidad, como si hubiéramos irrumpido en él un día cualquiera, sin previo aviso. Si fotografiamos la cocina, podemos colocar sobre la mesa un mantel, unas tazas y algunas galletas.

La escena simulará que se acaba de servir el desayuno para la familia. La persona que vea estas imágenes se imaginará más fácilmente viviendo en el piso. Le parecerá el idóneo, tan real como acogedor, y no un decorado frío y artificial carente de atractivo, como un catálogo de muebles.

Si tomamos cualquier revista de decoración, veremos cómo las casas que aparecen en sus páginas incorporan los detalles más variopintos. Desde un florero con flores de temporada colocado estratégicamente sobre una mesa a unos cojines dispuestos de forma ordenada sobre el sofá, pasando por perfumes de primeras marcas en el tocador y una taza de café humeante en la mesa de la cocina.

Todo parece perfecto. Esa es la sensación que tenemos que producir en el espectador, cuidando cada detalle por nimio que parezca.

3. Cuidar al máximo la iluminación

Si ya tenemos el escenario idóneo para inmortalizarlo con nuestra cámara, solo debemos prestar atención a una última cuestión. Es el momento de cuidar la iluminación, un elemento clave.

Es recomendable que utilicemos la luz natural siempre que sea posible, aunque evitando cualquier contraluz. Nos olvidaremos de las cortinas para dejar pasar los rayos del sol. El flash, por el contrario, es mejor no emplearlo en esta ocasión.

Debemos complementar esta con luz artificial en aquellos puntos que queden sumidos en la oscuridad o en la sombra. Podemos incorporar focos que queden fuera de escena o lámparas que se incorporen a ella. Un lugar oscuro no resulta nada atractivo para quien se plantea su compra.
¿A quién no le gusta una casa inundada por la luz del día?

4. Recurrir a un gran angular

A la hora de fotografiar las distintas estancias de una vivienda, podemos valernos de un gran angular para conseguir que queden mejor reflejadas. De este modo lograremos encuadrar la mayor parte del espacio, permitiendo al público hacerse una idea de cómo es cada habitación en su totalidad. Es la herramienta ideal, asimismo, para fotografiar los espacios de tamaño más reducido, dado que permite dotarlos de una mayor amplitud.

Lo aconsejable es tomar en todos los casos instantáneas en formato horizontal. Las verticales no nos permitirán reflejar más que una parte reducida de la habitación en cuestión, dejando la mayor parte fuera. No resulta nada conveniente.

5. Tomar varias fotos por estancia y editarlas

No nos conformaremos con tomar una o dos fotos por habitación. Lo recomendable es tomar varias desde distintos ángulos y cambiando el foco de atención. Así lograremos distintas perspectivas, que ofrecerán otras tantas miradas diferentes. Ya tendremos tiempo más adelante de hacer una selección y compartir en la red las mejores. No nos olvidaremos de detalles concretos que sean de interés.

Lo idóneo es subir un mínimo de una por estancia y un máximo de diez en total de toda la vivienda. No debemos olvidarnos del exterior. ¿Por qué no mostrar la fachada de la construcción o su jardín si es que dispone de él?

Por muy tentados que estemos de utilizar nuestro filtro favorito de Instagram, debemos abstenernos de hacerlo. El realismo prima en este ámbito. No debemos alterar los colores ni crear marcos o ensombrecer zonas. Tampoco jugar con los enfoques y desenfoques. Esas prácticas aquí no tienen sentido.

Para asegurarnos de que las instantáneas que hemos tomado pueden compartirse en Internet, antes debemos editarlas. Si hay algo en las imágenes que no debería verse, podemos modificar el encuadre, recortándolo. Si, por el contrario, el brillo de la escena no es el adecuado, lo corregiremos. Se trata de llevar a cabo algunos cambios para su mejora, aunque, eso sí, sin alterar el contenido, hasta el punto, por ejemplo, de poner o quitar objetos.

Para finalizar, no estaría mal incluir algún tipo de marca de agua. Será el modo de asegurarnos de que nadie utiliza estas instantáneas sin nuestro consentimiento o para otros fines diferentes a aquel para el que las hemos creado.

Nuestros consejos como inmobiliaria

Como profesionales del sector inmobiliario, somos plenamente conscientes de la importancia de la fotografía para conseguir materializar cualquier compraventa. Quien pone en práctica estas recomendaciones, hace que su propiedad reciba mayor número de visitas de posibles compradores y, en consecuencia, resulta más sencillo que alguien se interese por ella. ¡Vamos a comprobarlo!

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