Los problemas más habituales de las comunidades de vecinos

Vivir en comunidad no siempre es tan sencillo como parece; ejercer la buena vecindad sobre todo cuando se habita en un edificio es complejo y no siempre quienes lo habitan se ajustan a la normativa.

Aun cuando confiemos en la buena voluntad de los vecinos, nunca está de más conocer qué aspectos son los que regulan leyes como la Ley de Propiedad Horizontal y reflexionar cómo podemos abordar los problemas vecinales que puedan surgir.

Los tres conflictos vecinales más comunes en un edificio

Si existe una posible lista de los problemas vecinales más comunes, será por algo y debemos estar preparados para afrontarlos.

1.- El uso de las zonas comunes

Los conflictos comienzan cuando hay quienes hacen caso omiso de la normativa y utilizan los espacios de manera indebida, como la realización de una fiesta sin avisar a los vecinos o prolongarla hasta altas horas de la noche. Otro problema es el uso de estos espacios como si fuesen propios, por ejemplo hay quienes colocan su bolsa de basura de manera permanente o su bicicleta en lugar de resguardarlas dentro de su apartamento.

Además de dar mal aspecto, pueden representar un obstáculo peligroso para quienes circulan por dichos espacios.

2.- Generación de ruido

La realización de obras de reparación de la vivienda o de una fiesta que provoque mucho ruido son motivo de roces entre vecinos, más aún si dichas acciones se generan en horarios no laborales.

3.- El incumplimiento del pago de cuotas comunes

En ocasiones, esto desemboca en otro tipo de problemas como la falta de mantenimiento de una piscina, jardines, el área de parking o un ascensor.

Cómo prevenir y solucionar los conflictos vecinales

1.- El diálogo. Lo primero que debe hacerse es dialogar, tanto para prevenir el conflicto como una vez que este ya se ha dado. Se trata de una acción primordial que incluso está contemplada en la propia Ley de Propiedad Horizontal.

2.- Solicitar o avisar con anticipación sobre lo que deseamos realizar en alguna zona común, compartir con anticipación las obras de reparación que pensamos hacer a nuestra vivienda ante una junta vecinal es lo ideal.

Puede resultar exitoso también dar aviso a través de los grupos de WhatsApp en caso de que estemos incluidos en alguno y luego ratificarlo de manera directa.

3.- En algunas comunidades funciona elaborar un decálogo de buenas prácticas vecinales que incluye todo lo que los vecinos han acordado respetar para llevar una convivencia cordial. Es una forma de advertir a todos con anticipación lo que la vecindad no está dispuesta a tolerar.

Este tipo de acciones proyectan también una buena imagen colectiva que, al estar a la vista de todos, es adoptada con mayor facilidad por los visitantes a la comunidad.

4.- Cuando el diálogo con algún vecino que reincide en acciones negativas hacia uno o más de los propietarios se ha agotado, se puede realizar una denuncia ante las autoridades.

¿Qué dice la Ley de Propiedad Horizontal?

1.- Respecto al uso de espacios comunes, dicha ley y el artículo 396 del Código Civil recomiendan que el interesado exprese su uso por escrito al presidente de la finca vecinal para que la propuesta pueda plantearse en una junta de este tipo con la aprobación por unanimidad de los demás propietarios.

2.- En lo que se refiere a la generación de ruido por fiestas o reparación de la vivienda, la franja varía según la localidad. La más amplia va de las 07:00 a las 23:00.

3.- Si después de haber llamado en alguna ocasión a la autoridad hay una reincidencia por parte de algún vecino conflictivo, debe solicitarse de nuevo la intervención de la autoridad a una llamada de “acción de cesación” que debe realizarse de forma escrita. Si los problemas continúan, los afectados pueden solicitar al presidente que haga una denuncia judicial en nombre de la comunidad.

Este procedimiento es igual para cualquiera que sea el conflicto en cuestión, ya sea la generación de ruido, el uso indebido de espacios comunes o cualquier otro.

4.- Cuotas vecinales. Para la ley son obligatorias. La comunidad de vecinos puede reclamar el importe de lo que un vecino adeude y los intereses correspondientes generados; el vecino moroso deberá responder incluso con sus bienes si no cuenta con liquidez.

Es necesario que el problema se haya tratado en diversas ocasiones en las juntas vecinales para que sea el presidente quien presente la demanda correspondiente en nombre del resto de los propietarios ante las autoridades.

La complejidad del diálogo

Muchos conflictos pueden solucionarse con el diálogo. Expertos en el tema recomiendan que dicho diálogo debe hacerse con la mayor empatía, autocontrol, comprensión y paciencia que podamos.

Nada sustituye al diálogo, ni un mensaje al móvil ni un recado pegado en la puerta del vecino… nada. Incluso cualquiera de estas acciones mencionadas puede interpretarse como una amenaza a la intimidad del vecino. Quien busque el diálogo deberá reflexionar qué y cómo va a plantear su queja o molestia.

Por diplomacia y cortesía es importante comenzar el diálogo con un saludo y preguntando al vecino cómo se siente, cómo le ha ido últimamente. Debemos dejar en segundo plano el planteamiento del conflicto. Al hacerlo, debemos evitar culpabilizar al vecino.

Una táctica interesante cuando el vecino en cuestión es alguien muy ajeno a nosotros o las pocas ocasiones que hemos tenido para entablar contacto con él no han sido agradables es recurrir a un tercer vecino en común, un vecino que le sea mas cercano que nosotros y al cual le tenga más confianza.

Si podemos apoyarnos en un tercer vecino, lo que debemos hacer es solicitar su compañía para dialogar los tres.

La forma de dialogar que utilicemos debe ser la misma en forma directa o durante las juntas vecinales. En todo momento debe apelarse a la prudencia colectiva, hacer énfasis en que en ocasiones la generación de ruido muy fuerte o en horas indebidas puede impactar en la salud de algunos vecinos o en el desempeño escolar o laboral de quienes estudian o trabajan desde casa.

Vivir en comunidad y ejercer la buena vecindad en un edificio, así como hacer que todos respeten la normativa cuando los conflictos se presenten será una tarea más sencilla si lo hacemos con prudencia y a través del diálogo.

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