Energías verdes en el hogar. Ahorro y conciencia

El gran avance que representó para la humanidad la revolución industrial, también fue el inicio del calentamiento global. Las sociedades industriales obtuvieron del carbón y el petróleo la energía necesaria para hacer funcionar sus máquinas. Varios siglos después, la energía que mueve nuestro automóvil y la que se convierte en la electricidad que ilumina nuestra vivienda se originan casi en su totalidad de ese mismo tipo de combustibles.

El proceso para obtener esa energía genera una gran cantidad de dióxido de carbono (CO2). Este gas es el principal responsable de que la atmósfera se caliente, lo que a su vez eleva la temperatura de la Tierra y modifica drásticamente los patrones climáticos, dando lugar a lo que conocemos como el cambio climático. Los científicos nos alertan acerca de sus efectos, que pueden ser devastadores para las sociedades humanas. Por ello nos urgen a que realicemos cambios de fondo, por ejemplo, que transitemos hacia fuentes de energía que no dañen el medio ambiente.

La propuesta inmobiliaria sostenible

Nuestros hogares representan áreas de oportunidad idóneas para la implementación de sistemas con bajo consumo energético y que reduzcan las emisiones de CO2. Para lograrlo, existen emprendedores cuya propuesta inmobiliaria considera las energías alternativas, la eficiencia energética y el diseño bioclimático.

Energías alternativas

Las energías alternativas, verdes o renovables son entendidas como fuentes de energía que tienen un muy bajo o ningún impacto negativo en el ambiente, por lo que también se les llama energías limpias. Los principales ejemplos de estas energías son la solar, la del viento (eólica), la que se obtiene del movimiento del agua o hidráulica (por ejemplo, de ríos, olas del mar y cascadas), la que se obtiene a partir de plantas (biocombustible) o de estiércol (biogás) y la que proviene del calor del interior de la tierra (geotérmica).

Eficiencia energética

La eficiencia energética se refiere a la cantidad de energía que nos brinda un equipo o una máquina en relación a la que requiere para funcionar. Cuanta más energía nos proporcione y menos necesite, es más eficiente. Ejemplos de esta cualidad son los focos con tecnología LED (por sus siglas en inglés Light Emitting Diode). Asimismo, los sistemas de aislamiento con ventanas dobles para evitar la pérdida de calor o los de enfriamiento que utilizan la humedad del ambiente, mejoran ambas la eficiencia energética en un edificio.

Diseño bioclimático

El diseño bioclimático tiene en cuenta las condiciones particulares en las que el proyecto arquitectónico se llevará a cabo. Entre las más importantes están la ubicación, el ecosistema, el clima, la insolación, la orientación, la vegetación, el régimen de lluvias y el patrón de vientos. Con esto buscamos aprovechar todo el potencial natural de la zona en favor del funcionamiento de la casa, así como reducir su impacto ambiental negativo y minimizar el consumo de energía. Esto lo logramos utilizando no solo materiales amigables con el ambiente, sino aquellos que son propios de la región en la que se ubica el proyecto.

Diseño y adaptación de la vivienda

La integración de las energías verdes a nuestros hogares puede realizarse ya sea desde el inicio de su diseño y construcción o bien adaptando aquellas casas que fueron construidas siguiendo los enfoques de edificación convencionales. Así, podemos habilitar los hogares para que obtengan energía eléctrica a partir del sol, con el uso de paneles solares en techos, paredes o azoteas. También mediante la instalación de molinos y generadores que aprovechen la energía del viento. Es más, incluso pueden aprovecharse los residuos del jardín y el excremento de los animales domésticos para generar biogás y mover turbinas que produzcan electricidad.

Por otro lado, podemos obtener energía térmica a partir de la instalación de colectores solares en las azoteas o paredes de nuestra vivienda. La misma que puede utilizarse para calentar el agua que abastece las regaderas y los lavabos. Igualmente puede ser aprovechada en el sistema de calefacción de la casa.

Ahorro energético y económico

La eficiencia energética en el hogar no solo es amigable con la naturaleza, también representa un considerable ahorro en el costo de la energía. Constituye un ingreso extra, ya que podemos vender la energía excedente a las compañías de electricidad que abastezcan la región en la que se encuentre nuestro hogar. De esta manera generamos para nosotros un saldo a favor e incluso un ingreso extra. Aunque en un principio la instalación de los sistemas para producir y aprovechar las energías limpias pudiera parecernos un gasto excesivo, a medio plazo recuperaríamos por mucho nuestra inversión.

Conocimiento ancestral y tecnología actual

El proyecto se enriquece cuando integramos los conocimientos que las distintas culturas han desarrollado durante generaciones para construir los espacios que han habitado. Así como, con las aportaciones actuales de la ingeniería y la arquitectura, entre otras disciplinas.

Por ejemplo, la tradición de orientar los espacios y las entradas de luz de acuerdo a la salida y la puesta del sol se reconoce en varias culturas, entre ellas la maya y la azteca. El uso de espejos de agua y fuentes para refrescar y embellecer los espacios es muy claro en la tradición árabe y morisca.

Los constructores actuales hemos comprendido la importancia de revalorar y reutilizar materiales como el adobe, cuyos orígenes se ubican en el antiguo Egipto y Turquía. También la utilización de la vegetación, los espacios abiertos, las paredes huecas, el manejo de la iluminación natural y la sombra, así como otros materiales naturales han regresado como recursos para el acondicionamiento de los espacios. Esta integración y sincretismo hace que cada casa se convierta en una obra única.

Consciencia para el cambio

Las tradiciones arquitectónicas de las culturas antiguas, sumadas a los avances tecnológicos y los conocimientos de ciencias como la ecología, nos ayudan a integrar las energías verdes en nuestra vivienda. Una casa ecológica es energéticamente sostenible y económicamente rentable. Constituye un ejemplo capaz de inspirar y generar consciencia para que más personas decidan vivir en un espacio saludable, armónico y coherente, que nos recuerde cada día como todos estamos conectados y formamos parte de la Tierra.

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