¿Cuándo hay que revisar la instalación eléctrica de casa?

Revisar la instalación eléctrica de nuestra vivienda es necesario si queremos asegurarnos de que se mantenga en buen estado para prevenir accidentes e inconvenientes. Sin embargo, hay que saber cuándo es el momento de una revisión intensiva, cómo hay que llevarla a cabo, cuáles son los fallos más comunes y cuáles las soluciones. También necesitaremos el asesoramiento de expertos que nos ayuden a determinar nuestro problema específico y cuál es la resolución que más nos conviene.

¿Cómo saber si necesitamos hacer una revisión de nuestro suministro eléctrico?

Los Organismos de Control Autorizados (OCA) recomiendan hacer un examen de nuestra instalación casera por lo menos cada diez años, aunque si se presenta algún fallo será necesario hacerla aunque no haya pasado ese período de tiempo. De acuerdo con esas instancias examinadoras, un edificio de viviendas que consuma aproximadamente 100 kW por los suministros deberán realizar una revisión cada década. Ese período es suficiente para nuestras casas, mientras que los locales de negocios medianos y grandes deberán realizarlo con más frecuencia, en intervalos de 5 años.

Es importante que técnicos especializados, como los ingenieros electricistas certificados por uno de los Organismos de Control Autorizados, lleven a cabo la revisión de nuestro cableado. Siempre deberemos verificar que las actuaciones que se realicen durante la inspección sigan las estipulaciones del Real Decreto 842/2002 y el Real Decreto 1890/2008, regulaciones que establecen los estándares para un correcto examen de nuestra vivienda.

Pero, si consideramos que el problema no requiere una revisión intensiva de nuestro hogar, existen algunas medidas que podemos tomar para comprobar el estado del sistema eléctrico. Estas son algunas de ellas:

1. Verificar que no haya fugas eléctricas. Al igual que ocurre con el agua, la electricidad podría sufrir una fuga en nuestra casa. Esto quiere decir que una parte de la energía que nos llega está siendo desperdiciada, muy probablemente debido a un cortocircuito. Para comprobar que no tengamos ninguna, tendremos que apagar todas las luces y aparatos eléctricos, incluyendo la nevera, los calentadores y el aire acondicionado. Para tener un diagnóstico más acertado, es recomendable desconectar del suministro de energía todos los aparatos y electrodomésticos que sea posible. Posteriormente, tenemos que ver el estado de nuestro medidor de consumo. Si continúa registrando un consumo de corriente, tenemos una fuga y hay que realizar un examen de nuestra instalación.

2. Revisar el cuadro eléctrico. Al momento de realizar esta prueba, tendremos que contar con luz eléctrica en la vivienda. Lo que debemos hacer es comprobar el funcionamiento del Interruptor Diferencial (ID), un aparato también conocido como Dispositivo Diferencial Residual (DDR), que funciona como un seguro para evitar accidentes en las instalaciones caseras de corriente alterna. Para comprobar que todo se encuentra en orden, presionamos el botón de prueba del interruptor diferencial, acción que deberá cortar el suministro eléctrico de nuestra casa. En caso de que esto último no sucediera, significa que un experto deberá reemplazar el ID.

3. Observar si existen problemas recurrentes. Si con frecuencia se funden los fusibles del cuadro eléctrico o si una sobrecarga ocasiona que constantemente se dañen las bombillas o electrodomésticos, entonces podría haber un fallo importante en el cableado del hogar y necesitará una revisión.

Recomendaciones para realizar una instalación segura

Si es la primera vez que instalamos el cableado eléctrico en nuestra casa o si estamos en un proceso para renovarlo, se recomienda seguir algunos lineamientos. En primer lugar, hay que asegurarnos que utilizamos productos de calidad y, sobre todo, que cuentan con las certificaciones pertinentes otorgadas por organismos nacionales e internacionales.

En materiales eléctricos, la certificación estándar para España es la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), aunque también existen las otorgadas por UL, ETL y CSA. Al comprar productos aprobados por estas normas nos aseguraremos de que cumplan con las medidas de seguridad, como estar elaborados a base de materiales no inflamables, de alta calidad y que pueden resistir en caso de una sobrecarga.

Otro consejo es verificar que el cableado se encuentre protegido de manera adecuada de la intemperie y de los altos niveles de humedad. Lo mejor es que nunca entre en contacto con superficies que podrían humedecerse o mojarse por completo, pues de caso contrario corremos el riesgo de que se produzca un corto circuito y posibles daños mayores en todo nuestro sistema eléctrico.

No debemos olvidar que nuestros hogares están equipados con lo necesario para alimentar nuestros electrodomésticos y aparatos de uso casero y que, en comparación con un negocio o una fábrica, nuestro consumo es relativamente bajo. En términos técnicos, esto significa que los enchufes y conexiones de nuestra casa únicamente soportan un cierto nivel de amperios y, en caso de rebasarlos, podríamos causar una sobrecarga.

Esto no es un problema en aparatos comunes como televisores, lámparas de mesa o consolas de videojuegos, pero podría serlo con aparatos de mayor consumo como grandes sistemas de calefacción eléctrica. Por eso es importante que revisemos las etiquetas para comprobar que su consumo se encuentra en los límites de nuestro suministro.

Siempre es importante verificar el estado de las tomas de corriente y detectar con rapidez cualquier señal de problemas, como chispas saliendo de algún aparato o directamente del cableado. De igual modo, es esencial que mantengamos nuestro hogar libre de plagas y de visitantes indeseados.

Esto no solo será beneficioso para nosotros por cuestiones de higiene y estética obvias, sino porque evitará que puedan dañar los cables que tenemos en el interior de paredes y suelos.

En caso de que la instalación eléctrica de nuestro hogar presente algún fallo, no debemos dudar en ponernos en contacto con la distribuidora de energía de nuestra región, así como en el supuesto de que necesitemos una revisión en profundidad de nuestro sistema energético.

La seguridad de nuestro hogar es lo primero

Mantener en orden nuestra instalación eléctrica, ya sea en el momento de su instalación o de su revisión, puede considerarse una buena inversión, ya que eso aumentará el valor de nuestra casa a mediano y a largo plazo. Sin embargo, conservar nuestro suministro de energía en buenas condiciones es de vital importancia para garantizar la seguridad de nuestra vivienda y de nuestros seres queridos.

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